02/04/2025 - Edición Nº364

Economía

Mercado cambiario

El dólar en crisis: Reservas en caída libre y el fantasma de la devaluación

17/03/2025 | El Banco Central perdió 474 millones de dólares en un día, mientras el dólar alcanzó su mayor operación desde mayo de 2023. Con reservas en caída y presión por una devaluación, el Gobierno enfrenta una crisis cambiaria que podría profundizarse.



En un contexto de creciente presión sobre las reservas internacionales y una pérdida de confianza en la capacidad del Gobierno para sostener el tipo de cambio, el equipo económico liderado por Luis Caputo enfrentó un viernes negro para el dólar. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) perdió 474 millones de dólares en una sola jornada, mientras que el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) operó más de 1.100 millones de dólares, marcando el nivel más alto desde mayo de 2023.

La pérdida de reservas y el fantasma de la devaluación

El BCRA concretó la segunda mayor venta de reservas de su gestión en una semana complicada para el presidente Javier Milei. Lo llamativo de esta sangría de divisas es que se dio en un contexto en el que el Gobierno no enfrentó vencimientos de deuda. Según los primeros análisis, la demanda de dólares provino principalmente de tenedores de deuda comercial, especialmente importadores que liquidaron Bopreales por cientos de millones de dólares.

Los Bopreales, bonos creados por el ministro Luis Caputo para rollear la deuda con importadores, ya superarían los 20.000 millones de dólares en sus diversas versiones. Este dato enciende una luz roja para los analistas, quienes advierten sobre la falta de confianza en la capacidad del Gobierno para manejar la situación cambiaria.

El carry trade y la desesperación del Banco Nación

La decisión de grandes acreedores de transformar los Bopreales en dólares contantes y sonantes, sumada a un desarme importante de posiciones de carry trade, obligó a los bancos (principalmente el Banco Nación y el ICBC) a recurrir al BCRA en busca de cientos de millones de dólares para cubrir operaciones.

En un intento desesperado por retener divisas, el Banco Nación ofreció tasas de interés exorbitantes para los depósitos en dólares: 2% por depósitos en ventanilla y 2,5% para operaciones electrónicas. Estas tasas contrastan fuertemente con las del mercado, donde bancos como el Santander pagan apenas 0,05%, el BBVA 0,35% y el Banco Ciudad 0,01%.

Sin embargo, esta medida no ha sido suficiente. Los dólares que ingresaron a los bancos gracias al blanqueo comenzaron a escaparse. Desde el pico de depósitos en dólares del sector privado de 34.626 millones alcanzado el último día del blanqueo (31 de octubre de 2024), los depositantes han retirado un promedio de 50 millones de dólares por día.

El FMI y la presión por la flotación cambiaria

La demora en la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha añadido más incertidumbre al escenario. Aunque el ministro Caputo ha insinuado que el cierre del acuerdo es inminente, el organismo multilateral sigue presionando para que el Gobierno avance hacia un sistema de flotación de la moneda, lo que implicaría una devaluación del peso. Esta presión se suma a los informes de bancos como JP MorganBank of America y Citibank, que ya advierten a sus clientes sobre una posible devaluación en el corto plazo.

Controles cambiarios y el riesgo de mayor restricción

En paralelo, el Gobierno reforzará los controles sobre los gastos en dólares con tarjetas de crédito y débito en el exterior. A través de la Resolución General 5662/2025, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) exige a las entidades financieras reportar con mayor detalle las compras realizadas fuera del país. Esta medida llega en un momento en el que el déficit de la cuenta servicios del BCRA en enero alcanzó los 1.187 millones de dólares.

La combinación de tasas de interés elevadascontroles cambiarios, el fantasma de una posible devaluación y el desarme de posiciones de carry trade y Bopreales muestra un panorama complejo para las próximas semanas. La necesidad de dólares para el Gobierno de Javier Milei comienza a transformarse en una urgencia crítica, incluso con el inminente inicio de la cosecha gruesa, que podría no ser suficiente para atender la demanda.

Lecciones del pasado y la necesidad de diversificar fuentes

Según un informe de IDESA, el crecimiento económico en Argentina es intensamente demandante de divisas. Por cada 1% de aumento del Producto Bruto Interno (PBI), las importaciones se expanden en un 3,5%, lo que requiere una inyección constante de divisas para sostener la actividad económica. Sin embargo, el balance cambiario muestra una pérdida de reservas de USD 1.826 millones en enero, lo que complica aún más las negociaciones con el FMI.

Históricamente, la entrada de capitales y el auge en los precios internacionales de las exportaciones fueron clave para respaldar el crecimiento. Sin embargo, depender exclusivamente de estas fuentes resulta insostenible a mediano y largo plazo. La solución, según IDESA, radica en potenciar la competitividad nacional y convertir las exportaciones en el pilar fundamental para financiar la creciente demanda de divisas.

Reformas estructurales: ¿Una salida posible?

Para impulsar la competitividad, los especialistas de IDESA proponen una serie de reformas profundas, que incluyen la eliminación de impuestos distorsivos, la desburocratización, la modernización laboral, la mejora de la infraestructura y una reforma educativa. Sin embargo, estas propuestas chocan con la visión del Gobierno de Milei, que busca reducir al mínimo la intervención del Estado en la economía.

Luis Caputo adelanta acuerdo con el Fondo y asegura que con el dólar no pasará nada.Luis Caputo adelanta acuerdo con el Fondo y asegura que con el dólar no pasará nada.

Un futuro incierto

El Banco Nación, con su estrategia de pagar fortunas por los depósitos en dólares, parece estar jugando una carta desesperada para retener divisas. Sin embargo, los riesgos de esta política son altos, especialmente en un contexto de posible devaluación y escasez de reservas. Mientras tanto, el Gobierno busca afinar la lupa sobre los gastos en dólares, lo que podría derivar en controles más estrictos en el futuro.

En un país acostumbrado a los vaivenes económicos, estas medidas reflejan la urgencia por estabilizar un frente externo cada vez más frágil. La pregunta que queda en el aire es si estas acciones serán suficientes para evitar una crisis mayor o si, por el contrario, terminarán profundizando los desequilibrios. Lo cierto es que la paciencia del mercado con el Gobierno de Milei y Caputo parece haberse agotado.

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