
Solhé y Reciclarg, dos firmas mendocinas especializadas en energías renovables y gestión de residuos electrónicos, se unieron para lanzar el primer proceso de reciclaje de paneles solares en Argentina, una iniciativa inédita en el país que busca responder a una nueva problemática ambiental: ¿qué hacer con los paneles solares en desuso?
La propuesta arranca como un proyecto piloto con una duración estimada de entre 6 y 12 meses, pero con una visión de largo plazo: crear un sistema integral de reciclaje para equipos solares, adaptado a escala industrial y replicable en otras regiones del país y Latinoamérica.
Cada vez más hogares, bodegas y empresas apuestan por la energía solar en Mendoza y otras provincias argentinas. La motivación suele ser doble: ahorro económico y sustentabilidad ambiental. Sin embargo, la vida útil de los paneles solares es limitada (aproximadamente 25 a 30 años), y su disposición final puede convertirse en un problema si no se gestiona adecuadamente.
Frente a este desafío, Solhé, con más de una década ofreciendo soluciones en energía solar, y Reciclarg, empresa referente en el tratamiento de residuos eléctricos y electrónicos, decidieron anticiparse y crear una solución innovadora y local.
Dos empresas mendocinas encaran el reciclado de paneles solares para darle aún más sostenibilidad al sistema
El proceso que desarrollarán ambas empresas permite recuperar materiales como:
Vidrio: representa el 70% del panel solar y puede reutilizarse en nuevas aplicaciones industriales.
Aluminio: se extrae del marco estructural del panel.
Silicio: reutilizable según su grado de pureza.
Metales como plata, estaño y cobre: presentes en las celdas y conexiones eléctricas.
Según Farid Nallim, CEO de Reciclarg, “la valorización de estos componentes permite su reintegración en la cadena productiva, genera empleo verde y potencia una economía circular que reduce la dependencia de recursos vírgenes”.
Por su parte, Nicolás Giorlando, socio y gerente general de Solhé, destacó: “Aunque se trata de una prueba piloto, buscamos transformar este modelo en una solución de impacto nacional, que permita reciclar paneles solares de manera segura y eficiente”.
El plan de trabajo contempla cinco etapas bien definidas:
Investigación de tecnologías y métodos de reciclaje aplicables.
Desarrollo de prototipos, con paneles aportados por empresas colaboradoras.
Implementación de una planta piloto en la infraestructura existente de Reciclarg.
Validación técnica y económica del proceso.
Escalamiento progresivo hacia una solución industrializable.
Cada fase se realizará bajo estrictos controles ambientales, cumplimiento de normativas y evaluación constante de impacto.
El proyecto representa un hito para el país en materia de sustentabilidad energética y reciclaje de tecnología limpia, y coloca a Mendoza como una provincia pionera en innovación ambiental. Si el modelo funciona, podrá extenderse a otras provincias y posicionar a Argentina como un actor destacado en la gestión de residuos de energías renovables.