18/05/2025 - Edición Nº410

Empresas y Negocios

Vitivinicultura

Real de la Cruz relanza su apuesta por la vitivinicultura con una millonaria inversión

16/05/2025 | La empresa mendocina renovó su infraestructura tras un incendio, incorporó nuevas tecnologías y selló un acuerdo estratégico con la portuguesa M. A. Silva.



La firma Real de la Cruz SA, con más de 20 años de trayectoria en el sector vitivinícola, anunció una ambiciosa inversión para reconstruir su sede y modernizar sus operaciones tras el incendio que en 2022 destruyó totalmente sus instalaciones. Con una inversión que superó el millón de dólares, la empresa no solo reconstruyó su edificio, sino que también renovó su maquinaria e infraestructura productiva.

Alianza estratégica con M. A. Silva

Uno de los hitos de esta nueva etapa fue la alianza con M. A. Silva, una de las compañías líderes a nivel mundial en la fabricación de tapones de corcho natural y micro aglomerados. La firma portuguesa produce entre 450 y 500 millones de tapones por año, y su ingreso al mercado argentino se dio de la mano de Real de la Cruz.

“Esta unión nos permite acceder a un producto de excelencia, con altos estándares técnicos, precio competitivo y características ecológicas destacadas”, señalaron Ángel Morchio y María Marta Giol, fundadores de Real de la Cruz.

Un producto con calidad técnica y sustentabilidad

Uno de los puntos fuertes del nuevo catálogo de Real de la Cruz son los tapones micro aglomerados libres de TCA (TriCloroAnisol), lo que garantiza la ausencia del típico "gusto a corcho". Estos productos, elaborados por M. A. Silva, cumplen con las normas más exigentes de calidad y además cuentan con una huella de carbono negativa, lo que aporta un valor ecológico diferencial a la oferta.

“El compromiso de M. A. Silva con la sustentabilidad y la innovación ha sido clave para afianzar esta sociedad”, señalaron desde la empresa mendocina, que ya ha incorporado estos productos a su cartera, consolidando una red de más de 300 clientes, de los cuales 220 están activos.

Una pyme familiar con visión de futuro

Real de la Cruz es una pyme familiar en la que ya se integró la segunda generación. Las hijas del matrimonio fundador, María de los Ángeles y Federica, ya participan activamente en la gestión de la compañía, con la mira puesta en ampliar la oferta de productos e insumos para las bodegas.

“La clave de nuestro crecimiento ha sido la dedicación, el conocimiento del sector y una respuesta rápida y cercana a nuestros clientes”, enfatizaron sus directivos.

Angel Morchio, de Real de la Cruz y José Remoaldo, de MA Silva
Angel Morchio, de Real de la Cruz y José Remoaldo, de MA Silva

Más que corchos: una oferta integral para el sector vitivinícola

Además de tapones, la empresa importa y distribuye barricas y alternativos de roble de la firma francesa Mercurey, maquinarias y bombas enológicas de la compañía española Deloule y máquinas para lavar barricas de la firma Ekinsa.

Real de la Cruz también se distingue por su servicio posventa y asistencia técnica inmediata, lo que se traduce en intervenciones en menos de cuatro horas en Mendoza y en plazos muy breves en otras provincias como San Juan, La Rioja, Neuquén y el Norte argentino.

Coyuntura económica e importaciones

A pesar de las dificultades del contexto, la empresa observa señales de mejora. “Las importaciones hoy se aprueban en menos de 24 horas y se eliminaron costos como el impuesto PAIS”, destacó Morchio. No obstante, advirtió que persisten trabas en los pagos al exterior y algunos costos aduaneros, que Real de la Cruz ha decidido absorber para no trasladar a sus clientes.

El mercado sigue siendo difícil, pero nuestra forma de trabajar nos permitió mantener ventas estables y proyectar un crecimiento importante para los próximos dos años”, concluyó.