
En un contexto de profunda recesión económica y creciente tensión fiscal en las provincias, un grupo de gobernadores volvió a poner sobre la mesa una demanda clave: la necesidad urgente de que el Gobierno nacional acelere la licitación de obras públicas estratégicas y revise el esquema de reparto de impuestos.
La solicitud se formalizó en una reunión celebrada el viernes pasado con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien recibió a una delegación conformada por mandatarios de distintas fuerzas políticas. La iniciativa, según trascendió, surgió de un encuentro anterior en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde los gobernadores coincidieron en elevar un reclamo conjunto ante la Casa Rosada.
El planteo no es menor. En las provincias, la caída de la recaudación tributaria, motivada principalmente por la fuerte contracción del consumo y la parálisis de la obra pública, empieza a poner en jaque los presupuestos locales. El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, fue uno de los voceros más activos del reclamo: advirtió que la situación fiscal “se agrava mes a mes” y remarcó que los fondos reclamados no comprometen las arcas nacionales.
“Se trata de recursos con afectación específica que, en el caso del Impuesto a los Combustibles Líquidos, financian funciones que han quedado en responsabilidad exclusiva de las provincias, como por ejemplo obras de infraestructura y viviendas, y los Aportes del Tesoro Nacional, que pertenecen directamente a las provincias”, detalló Ziliotto.
La comitiva estuvo integrada también por los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz) y la vicegobernadora de Córdoba, Miryam Prunotto. Fue Ziliotto quien tomó la palabra para explicar la propuesta técnica, que apunta a garantizar una asignación regular y transparente de los fondos destinados a obras públicas, hoy prácticamente paralizadas en gran parte del país.
Este movimiento de los gobernadores se da en paralelo a la intención del Ejecutivo nacional de avanzar en una reforma tributaria integral, que incluye modificaciones en la estructura de impuestos coparticipables. En este marco, las provincias buscan blindarse frente a eventuales recortes o cambios que profundicen los desequilibrios fiscales existentes.
El encuentro con Francos había sido inicialmente suspendido por la ausencia del secretario de Hacienda, Carlos Guberman, pero finalmente se concretó tras insistentes gestiones de los mandatarios. El objetivo ahora es que la licitación de obras se reactive de inmediato, priorizando aquellas que ya cuentan con proyectos técnicos avanzados y fondos específicos.
La presión de las provincias parece tomar fuerza en un momento crítico para las economías regionales. Con niveles de inversión pública en mínimos históricos y un horizonte de recortes, los gobernadores intentan, al menos, mantener en pie los programas que resultan fundamentales para dinamizar el empleo y sostener la actividad económica.
A la espera de definiciones concretas por parte del Gobierno, el reclamo quedó planteado y abre un nuevo capítulo en la tensa relación fiscal entre Nación y provincias. Por ahora, el diálogo está abierto, pero los mandatarios advirtieron que no hay margen para más dilaciones.