
Trabajadores, científicos, gremios y organizaciones políticas realizaron este martes un abrazo simbólico al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en todo el país. La medida tuvo como objetivo visibilizar el rechazo al decreto impulsado por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, que propone quitarle autonomía funcional y técnica al organismo.
El texto oficial, que aún no fue publicado en el Boletín Oficial pero ya circula entre funcionarios, busca modificar la estructura de organismos públicos como el INTI, reduciendo funciones y centralizando decisiones clave en manos del Ejecutivo.
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Asamblea Multisectorial del INTI, consideran que el decreto “desguaza, vacía y degrada” a la institución, que es clave para la certificación de productos industriales, el desarrollo tecnológico y el acompañamiento a pymes.
Según Giselle Santana, referente de ATE y una de las voceras de la protesta, “el Gobierno Nacional está destruyendo el Estado, no solamente nuestras condiciones laborales y nuestros salarios, sino también los derechos que garantizamos para toda la población”.
Uno de los puntos más cuestionados por los manifestantes es que, de aplicarse el decreto, el INTI perdería su capacidad de certificar productos industriales, lo cual afectaría la seguridad de los consumidores y debilitaría a la industria nacional, que se apoya en el Instituto para acceder a asistencia técnica, innovación y estándares de calidad.
Desde el sector gremial advirtieron que el Gobierno pretende reducir la estructura del INTI y limitar su alcance federal, lo que implica “una regresión en términos de soberanía tecnológica e industrial”.
La protesta también generó reacciones en distintos sectores. Elisa Carrió, exdiputada nacional y dirigente de la Coalición Cívica, expresó su respaldo a los trabajadores aunque no asistió a la movilización. “Mi corazón está con los trabajadores. Deben defenderse de los soldaditos de una ‘batalla cultural’, a los que les importa más que les cierre el Excel que cuidar a las personas”, señaló a través de sus redes sociales.
Por su parte, la delegación de ATE en el CONICET también participó del abrazo simbólico, advirtiendo que el Ejecutivo intenta centralizar organismos descentralizados, en contra de su naturaleza “autónoma, autárquica y federal”.
El reclamo, que se replicó en las sedes del INTI en diferentes provincias, se fundamenta en la necesidad de preservar una política científica y tecnológica pública, orientada al desarrollo nacional. “Nuestra defensa está dirigida a mantener la soberanía y la industria nacional, la ciencia y la tecnología al servicio de la sociedad y en proteger nuestros puestos de trabajo”, concluyeron desde la Asamblea Multisectorial del INTI.
Mientras el Gobierno busca avanzar con su plan de reforma del Estado, los sectores vinculados a la ciencia, la técnica y la industria intensifican sus advertencias sobre las consecuencias estructurales que podrían derivarse de la pérdida de capacidades estratégicas. El conflicto por el futuro del INTI se inscribe, así, en una disputa más amplia sobre el rol del Estado en el desarrollo económico y social de la Argentina.