
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, volvió a generar controversia al referirse a la situación de los jubilados argentinos. En una entrevista televisiva, afirmó que la jubilación promedio para quienes aportaron ronda los 900.000 pesos y que un porcentaje importante de este grupo supera el millón de pesos mensuales al sumar pensiones. Según Caputo, esto evidencia una recuperación del poder adquisitivo desde que asumió el gobierno de Javier Milei en diciembre de 2023. Un mundo paralero.
"En dólares, los jubilados están mucho mejor. Creo que al final del gobierno de Cristina no llegaban a 80 dólares. Ahora están más del triple", sostuvo el ministro en diálogo con Luis Majul por LN+. Con esta comparación, Caputo buscó relativizar la crisis previsional, anclando su argumento en la evolución del tipo de cambio y no en el costo de vida local.
Las afirmaciones de Caputo no distinguen adecuadamente entre diferentes sectores del sistema previsional. Si bien es cierto que quienes aportaron durante toda su vida laboral perciben montos superiores, la gran mayoría de los jubilados cobra el haber mínimo, que a julio de 2025 ronda los 260.000 pesos Este monto, que no cubre siquiera una canasta básica para adultos mayores, contrasta fuertemente con las cifras exhibidas por el funcionario.
Caputo volvió a responsabilizar al kirchnerismo por la insostenibilidad del sistema: “Jubilaron 3.900.000 personas sin aportes correspondientes, mientras el nivel de empleo y de aportantes no creció desde 2011. Triplicaron el nivel de jubilados con la misma base de aportantes. Naturalmente, la plata no alcanza”, señaló.
Esta línea argumental apunta a justificar los ajustes en materia previsional realizados durante el actual gobierno. Sin embargo, el deterioro de los ingresos de los jubilados comenzó mucho antes, y la política actual ha profundizado ese retroceso con la aplicación de una nueva fórmula que no logra seguir el ritmo de la inflación.
El ministro aseguró que desde diciembre las jubilaciones recuperaron un 15% en términos reales, un dato que, incluso si fuera correcto, debe ser puesto en contexto. Entre 2023 y 2024, los haberes previsionales perdieron más del 30% frente a la inflación. Por lo tanto, la supuesta mejora no alcanza a compensar la pérdida acumulada, y mucho menos a garantizar condiciones dignas de vida para los adultos mayores.
Asimismo, al destacar que “se triplicaron en dólares”, Caputo elude una dimensión clave: los jubilados no consumen en dólares, sino en pesos. Sus gastos —desde alimentos hasta medicamentos— se dispararon en los últimos meses, erosionando cualquier avance nominal que el ministro pretenda resaltar.
Las declaraciones de Caputo muestran una perspectiva sesgada y fragmentaria sobre el sistema previsional argentino. Al concentrarse en un segmento acotado —aquellos que hicieron aportes completos y reciben una pensión adicional—, el ministro construye una imagen distorsionada que ignora las carencias del conjunto de los jubilados.
En un contexto donde más del 60% de los adultos mayores no cubren sus necesidades básicas y enfrentan dificultades crecientes para acceder a medicamentos y servicios de salud, el énfasis en estadísticas promedio termina siendo una forma de invisibilización.
El relato oficial, centrado en comparaciones en dólares y porcentajes agregados, contrasta con la experiencia cotidiana de miles de jubilados que enfrentan la vejez en condiciones de pobreza o vulnerabilidad.