
Con una trayectoria de más de 30 años en el sector vitivinícola, Carina Gómez asumió el liderazgo del desembarco en Argentina de Portocork Internacional, una de las compañías más reconocidas a nivel global en la fabricación de tapones de corcho de alta gama.
La ejecutiva, formada en Tecnología de los Alimentos, Enología, Gestión de Calidad y Negocios, fue la elegida para diseñar y desarrollar desde cero la estructura de Portocork Argentina, filial que ya opera desde Mendoza, en el corazón de la industria vitivinícola nacional.
Con presencia en mercados clave como Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania y Portugal, la empresa busca posicionarse como un proveedor estratégico para las bodegas argentinas que apuntan a la excelencia y exportación de vinos premium.
Carina Gómez se asoció con la compañía Portocork
Tras más de dos décadas de carrera en Grupo Peñaflor, donde llegó a desempeñarse como Jefa Corporativa de Desarrollo de Proveedores, Gómez profundizó su conocimiento en sistemas de cierre y calidad del vino, especializándose en el universo del corcho.
“El estudio de los sistemas de tapado me permitió entender la conexión profunda entre el vino y su conservación. En 2001, visité por primera vez una floresta de alcornoques en Portugal y me fascinó el valor del corcho como materia prima sostenible, combinando tradición e innovación”, destacó.
La propuesta de Portocork Argentina está orientada a ofrecer tapones naturales y técnicos libres de TCA, con foco en la sustentabilidad, el desarrollo a medida para cada estilo de vino y un contacto directo con los enólogos.
Variedad de corchos utilizados en la industria vitivinícola
Entre los próximos pasos estratégicos de la compañía se encuentra la instalación de una planta productiva en Mendoza, que permitirá incrementar la capacidad operativa, acortar tiempos de entrega y garantizar la trazabilidad del producto en destino.
“Queremos que Portocork Argentina sea reconocida por resguardar la esencia del vino argentino. Nuestra propuesta combina tecnología de última generación con un fuerte compromiso ambiental y cercanía con las bodegas”, afirmó Gómez.
Portocork busca diferenciarse como solución integral para bodegas, combinando:
Calidad y precisión: tapones con altos estándares técnicos y sensoriales, libres de TCA y compuestos volátiles.
Innovación aplicada: inversión constante en I+D para unir tradición corchera portuguesa y evolución tecnológica.
Asesoramiento técnico personalizado: elección del tapón adecuado y seguimiento del correcto cierre de botella.
Desde su sede en Mendoza, la empresa apuesta a convertirse en un aliado estratégico de los vinos argentinos que buscan destacarse en los mercados más competitivos del mundo.
“Cada descorche será más que una experiencia: será el reflejo de una visión compartida entre Portugal y la Argentina. Porque los grandes vinos merecen grandes tapones”, concluyen desde Portocork.