
Argentina no solo es sinónimo de paisajes naturales imponentes: montañas, playas y lagos; también lo es de carnes de alta calidad, mariscos únicos, vinos premiados internacionalmente y una tradición culinaria que se diversifica de región en región. En un contexto global donde los viajeros buscan experiencias auténticas, la gastronomía emerge como un motor clave para el desarrollo del turismo nacional.
Según un estudio de Research and Markets, el turismo culinario crecerá 22,8% anual hasta 2029 a nivel mundial. Esta tendencia se replica en Argentina, donde cada vez más turistas, tanto nacionales como extranjeros, eligen destinos en función de su oferta gastronómica.
El turismo culinario no es solo una moda. Representa un impacto directo y positivo en dos sectores fundamentales de la economía argentina: la hotelería y la gastronomía. Al fortalecer este vínculo histórico, se activa una cadena de valor que genera empleo, dinamiza el consumo interno y potencia a productores locales.
Carlos Mellano, vicepresidente de FEHGRA, organizadora de la feria Hotelga, destaca que la diversidad turística y gastronómica es un activo estratégico:
“Argentina tiene un sinfín de opciones para este nuevo tipo de viajero, interesado en acercarse a las comunidades que visita”.
También subraya que la experiencia gastronómica es vivida como una forma real y sensorial de conocer la identidad de cada destino.
El Torneo Federal de Chefs, cuya final se celebrará en Hotelga 2025
Desde la centolla fueguina hasta la humita norteña, pasando por la carbonada criolla, la cocina argentina condensa sabores locales con historia. Como sostiene Luciano Nanni, coordinador del Torneo Federal de Chefs de FEHGRA:
“Hoy la tendencia global es consumir productos que cuenten una historia”.
Además de ser auténtica, la gastronomía regional aporta un plus de calidad. Nanni ejemplifica:
“No es lo mismo comer un mejillón en Buenos Aires que en Ushuaia, donde hay criaderos, el cocinero está en contacto con el productor y sabe cómo manipular la pieza”.
Diversos países han apostado a la cocina como eje de promoción turística. Perú es uno de los casos más citados, con su gastronomía como pilar de su Marca País. En Argentina, iniciativas como la ruta del vino, la ruta de la empanada o la ruta del queso cumplen un rol similar, potenciando regiones enteras y valorizando productos tradicionales.
Según un reporte de la consultora Taquion, la comida es el contenido más compartido en redes sociales por los argentinos. Este fenómeno convierte a la gastronomía en una herramienta efectiva de marketing territorial, capaz de unir tradición, innovación y experiencia.
El Torneo Federal de Chefs, cuya final se celebrará en Hotelga 2025, refleja esa diversidad y promueve la identidad culinaria de cada rincón del país. En sus rondas clasificatorias se presentaron platos como la trucha marinada chubutense, el lingote de chivo mendocino y la cazuela de guanaco santacruceño, que combinan saberes ancestrales con técnicas contemporáneas.
La propuesta es clara: tradición y novedad pueden convivir. Y, juntas, atraer un flujo turístico que genera impacto económico sostenible.
Cocineros de todo el país en plena competencia durante el Torneo Federal de Chefs 2025
La gastronomía no solo alimenta: narra historias, conecta territorios y transmite cultura. Para el turismo, se convierte en un puente directo hacia lo más profundo de cada comunidad. En ese cruce entre sabor e identidad, Argentina encuentra una oportunidad concreta de crecimiento económico y posicionamiento internacional.