20/08/2025 - Edición Nº504

Economía

Politica monetaria

La aspiradora del Gobierno no deja un peso

19/08/2025 | El Gobierno logró captar $3,8 billones en una licitación clave tras tensiones con los bancos. La eliminación de las LEFI abrió una disputa política y económica que redefine la estrategia monetaria.


por Claudio Alvarez / Redacción Mendoza Economico


El Ministerio de Economía logró este martes colocar casi la totalidad de los $3,8 billones ofrecidos en la licitación de deuda, tras varios días de tensiones con el sistema financiero. El resultado se alcanzó en un contexto de elevada incertidumbre, luego del traspié que había sufrido el Tesoro el viernes anterior, cuando apenas consiguió captar poco más de la mitad de los pesos disponibles en el mercado.

Aunque el desenlace aporta algo de oxígeno, el trasfondo sigue siendo complejo: lo que comenzó como un debate técnico por la sustitución de las LEFI terminó derivando en una disputa política y económica que condiciona la transición hacia el nuevo esquema monetario. En ese marco, el Gobierno insiste en su objetivo de “secar la plaza” y enfriar la actividad, aun al costo de profundizar la tensión con los bancos.

El fin de las LEFI y la resistencia del sistema

El conflicto se remonta al 10 de julio, cuando el Tesoro dispuso desarmar la posición en LEFI heredada del Banco Central. Para los bancos, estos títulos representaban una herramienta cómoda y automática de liquidez, muy diferente a los viejos mecanismos de encajes y operaciones interbancarias.

La decisión del equipo económico, encabezado por Luis Caputo y Santiago Bausili, fue redirigir esos fondos hacia tres alternativas: un aumento de encajes, la suscripción de LECAPs y otros instrumentos. Pero la reacción del sistema no se hizo esperar. Las entidades reclamaron un mayor tiempo de adaptación y una ventanilla de liquidez, pedidos que fueron respondidos con la creación de nuevas ruedas de fondeo –como la REPI y la CALL–, aunque su complejidad desbordó la capacidad operativa de muchos bancos.

Economía sigue aspirando pesos del mercado a tasas astronómicas y frenando la actividad económica
 

Tensiones y desajustes

El desarme de las LEFI generó un escenario de transición desordenada. Los bancos, reacios a las LECAPs, eligieron “sobre encajarse”, lo que provocó un exceso de liquidez y una caída abrupta de las tasas. Esa distorsión repercutió sobre el tipo de cambio, obligando al Tesoro a realizar licitaciones adicionales y al BCRA a intervenir con pases y repos.

En paralelo, el Central endureció las condiciones de fondeo al subir los encajes de las cuentas remuneradas, lo que empujó a grandes corporaciones a volver a los plazos fijos tradicionales. La medida derivó en rescates de fondos de inversión, suba en las tasas de cauciones y mayor presión sobre el mercado de capitales.

El traspié licitatorio y la incertidumbre cambiaria

El intento del Tesoro de mediados de agosto por extender la deuda con instrumentos de mayor plazo, como la letra TAMAR (con vencimiento en 2025), encontró resistencia bancaria. El nivel de renovación fue más bajo de lo esperado, lo que confirmó el deterioro del vínculo entre el sistema financiero y el Gobierno.

En el frente cambiario, el BCRA buscó transmitir calma, aun cuando el dólar mostró saltos en julio. El oficialismo sostiene que la prioridad no es la divisa, sino las expectativas de inflación, que se desanclaron tras las negociaciones con el FMI. Tanto el Presidente como Caputo remarcaron en redes sociales que la estrategia oficial es quebrar la inercia inflacionaria incluso por encima de la acumulación de reservas, aunque los operadores esperan que tras las elecciones el tipo de cambio retome un camino alcista.