
por Marcelo López Álvarez
El comercio exterior argentino mostró durante el primer semestre de 2025 un desempeño positivo pero muy heterogéneo. Según datos del INDEC, las exportaciones de bienes alcanzaron los 39.742 millones de dólares, lo que implicó un aumento del 4% interanual. Sin embargo, detrás de este dato global se esconden fuertes contrastes entre regiones, provincias y sectores productivos.
La región Pampeana concentró el 70,2% de las ventas externas con un desempeño casi neutro: apenas 0,4% de crecimiento interanual.
Buenos Aires lideró con 14.344 millones de dólares, impulsada por la industria automotriz y el complejo oleaginoso.
Córdoba creció 0,4%, mientras Santa Fe retrocedió 1,4% por la caída en subproductos agroindustriales.
Entre Ríos fue la excepción con un salto del 16,5% en cereales y alimentos.
Aunque sigue siendo el epicentro del comercio exterior, la Pampa Húmeda evidencia un freno que abre dudas sobre su capacidad para sostener el crecimiento.
La Patagonia fue la región más dinámica: exportó 5.816 millones de dólares y creció 15,6% interanual, con el 14,6% del total nacional.
Neuquén subió 17,6% por el petróleo crudo.
Santa Cruz y Tierra del Fuego registraron alzas superiores al 19%.
Más del 60% de las ventas externas se concentraron en combustibles y energía, lo que confirma la dependencia de los hidrocarburos y la vulnerabilidad ante la volatilidad de precios internacionales.
El oeste argentino exportó 2.164 millones de dólares, con un crecimiento récord de 23,4%, el mayor del país.
San Juan duplicó sus ventas de minerales y concentra más de la mitad del total cuyano.
Mendoza se mantuvo estable con 737 millones de dólares, apenas 0,4% arriba, apoyada en vinos y alimentos procesados.
San Luis cayó 4,1%.
En Mendoza, el sector vitivinícola aportó 281 millones de dólares, aunque mostró retroceso estructural. El contraste estuvo en máquinas y aparatos eléctricos, que cayeron 38,2%, frente al crecimiento de combustibles (+27,4%) y frutas secas (+13,1%). El desafío provincial sigue siendo la diversificación.
El Noroeste argentino (NOA) registró 2.405 millones de dólares y creció 4,8% interanual, gracias al auge del litio.
Jujuy avanzó 24,5% y Catamarca 21,1%.
La Rioja cayó 32,2% y Santiago del Estero retrocedió 6,7%.
El bloque mantiene su perfil primario, aunque las manufacturas industriales crecieron 22%, marcando un cambio incipiente.
El Noreste argentino (NEA) exportó 641 millones de dólares, con un alza de 9,4%.
Misiones aportó el 40,9% con papel y yerba mate.
Corrientes creció 34,2% con cereales y químicos.
Chaco retrocedió 7,4% y Formosa repuntó 28,4%.
En materia de destinos, Brasil lidera con el 18,2% de las exportaciones, seguido por India (7,4%), China (7,1%) y Chile (5,2%). El avance de Asia se confirma como una tendencia estructural en la inserción externa.
El balance del semestre muestra un comercio exterior fragmentado:
La Pampa Húmeda aporta volumen pero está estancada.
La Patagonia crece a ritmo de los hidrocarburos.
Cuyo encuentra en la minería su gran motor.
El NOA se consolida con el litio.
El gran desafío será ampliar la base exportadora con mayor valor agregado y menos dependencia de recursos básicos. La capacidad de cada provincia para diversificarse y consolidar mercados externos será decisiva en un escenario global competitivo.