
Desde la implementación de la estrategia de micro pricing, YPF logró marcar una diferencia concreta en los precios de los combustibles en el Gran Mendoza, con valores inferiores a los de Shell y Axion.
Los datos relevados el 15 de septiembre muestran que la nafta súper en YPF se comercializa a $1.350, mientras que en Shell alcanza los $1.434 (una brecha de ahorro del 6%). En combustibles premium, la diferencia es aún mayor: la Infinia de YPF cuesta $1.586, contra $1.717 en Shell (8% más) y $1.693 en Axion (7% más).
En el caso del gasoil, los números también favorecen a la estatal. El diésel 500 en YPF se ubica en $1.440, frente a los $1.547 de Shell y los $1.532 de Axion. Por su parte, el Infinia diésel cuesta $1.588, contra $1.735 en Shell y $1.696 en Axion.
El micro pricing no solo impacta en los precios, sino también en el comportamiento de los consumidores. Según datos de la compañía, más del 50% de los usuarios que hoy cargan de noche no lo hacían antes. Entre las 00 y las 6 de la mañana, las ventas de nafta crecieron un 28% respecto de meses anteriores.
Para los ciudadanos, la clave está en comparar carteles de precios, usar los descuentos de la App YPF y planificar la carga en horarios de menor demanda. “El algoritmo nos permite ajustar el precio por estación y por hora según la demanda y la competencia local. Eso se traduce en oportunidades puntuales de ahorro para el ciudadano”, explicó Juan Mangione, gerente de Vibranium y referente de estaciones de servicio en Mendoza.
En Mendoza, las estaciones Shell muestran precios más altos que YPF
Tradicionalmente, YPF ha sido la empresa que marcaba el rumbo de los precios en el mercado de combustibles, con movimientos replicados por Shell y Axion. Con el micro pricing, la dinámica comienza a cambiar.
“Si una estación de la competencia reduce sus precios, el algoritmo de YPF puede activar una baja en las estaciones cercanas para no perder ventas. La duración de esta baja está directamente ligada a lo que haga la competencia”, señaló Mangione.
Esto abre la puerta a posibles guerras de precios localizadas, aunque con un límite: las compañías necesitan mantener rentabilidad y no pueden sostener valores por debajo de sus costos de operación durante mucho tiempo.
Para YPF, el micro pricing no es solo una herramienta coyuntural, sino un cambio estructural en la forma de fijar precios en el mercado. “Nuestra prioridad es que la gente pueda acceder a combustibles a precios competitivos. El micro pricing es una herramienta que ponemos al servicio del ahorro de los hogares y de la actividad económica local”, destacaron desde la compañía.
En un contexto económico donde cada peso cuenta, esta política ofrece un beneficio tangible para los mendocinos, reconfigura la competencia y envía un mensaje claro: la innovación en la gestión de precios puede convertirse en un alivio real para los consumidores.