10/10/2025 - Edición Nº555

Política

Elecciones 2025

Un país entre la desconfianza y el desencanto político

06/10/2025 | El último estudio nacional de Zuban Córdoba & Asociados revela un marcado escepticismo social hacia la política, el gobierno y las instituciones, en vísperas de las elecciones legislativas.


por Marcelo López Álvarez


A menos de un mes de las elecciones legislativas, la sociedad argentina se muestra atrapada entre la desconfianza económica, el desgaste del oficialismo y la ausencia de propuestas renovadoras en la oposición. El panorama que surge del informe elaborado por Zuban Córdoba & Asociados entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre de 2025, sobre una muestra de 1.900 casos en todo el país, evidencia un estado de ánimo social pesimista y escéptico, con implicancias directas en la campaña electoral.

El sondeo revela que 64,7% de los consultados desaprueba la gestión del Gobierno nacional, mientras solo un 35,3% mantiene una visión favorable. La curva de desaprobación ha mostrado un ascenso sostenido desde mediados de año, reflejando un creciente malestar con la situación económica y con la falta de resultados concretos tras los anuncios oficiales.

De cara a las elecciones Javier Milei está en un mal momento de relación con el electorado
De cara a las elecciones Javier Milei está en un mal momento de relación con el electorado

Desconfianza en la narrativa económica

Uno de los datos más elocuentes del relevamiento es el escepticismo generalizado frente a los discursos de recuperación. El 64% de los encuestados considera que la afirmación de que el presidente Javier Milei “sacó a 12 millones de personas de la pobreza” es falsa, y un porcentaje casi idéntico (64,2%) manifiesta desconfianza ante los datos del INDEC sobre la supuesta baja de la pobreza.

El pesimismo económico se profundiza cuando se consulta sobre la capacidad del país para cumplir con sus compromisos de deuda en 2026: un 60% cree que Argentina no podrá hacerlo, frente a un 38% que mantiene cierta expectativa. La percepción dominante es que “lo peor no pasó todavía”: dos tercios de los argentinos (65,3%) rechazan la idea de que la crisis esté comenzando a revertirse.

El costo político del vínculo con Estados Unidos

El estudio también analiza el impacto político de la reciente visita del presidente Milei a Estados Unidos, donde se reunió con Donald Trump y funcionarios del FMI. La recepción doméstica fue fría: 60,8% evaluó negativamente el viaje, mientras un 64,6% lo interpreta como un gesto simbólico sin consecuencias reales. Además, un 62% de la población declara sentirse “lejano” de Estados Unidos y de Trump, un dato que debería servir de advertencia a un gobierno que buscó proyectar esa alianza como carta de éxito.

El politólogo Gustavo Córdoba, director del estudio, señala en su análisis que la dirigencia “tiene la mala costumbre de subestimar a la sociedad que representa o de proyectar en ella sus propias obsesiones”. En ese sentido, el respaldo norteamericano parece no generar réditos internos y hasta podría reforzar el sentimiento antiestadounidense que persiste en amplios sectores.

Espert, el “cisne negro” de la campaña

A las dificultades económicas y al desgaste político se suma un factor disruptivo: el escándalo que involucra a José Luis Espert, principal candidato oficialista en Buenos Aires. El dirigente enfrenta un 70% de imagen negativa, y seis de cada diez encuestados opinan que debería renunciar a su candidatura. Para el oficialismo, se trata de un golpe severo en un momento crítico de la campaña, al punto que tres de cada cuatro consultados consideran que el caso impacta negativamente en el gobierno de Milei.

Un escenario electoral incierto

El clima de opinión general refleja una erosión sostenida de la confianza en el oficialismo: 56% cree que La Libertad Avanza perderá las elecciones del 26 de octubre. Solo un 12% de los ciudadanos respalda la continuidad del actual rumbo económico. El resto se divide entre quienes reclaman cambios de política o una reestructuración del gabinete.

A medida que se aproxima la fecha electoral, la sociedad parece menos interesada en los resultados concretos que en la reacción posterior del gobierno. La expectativa sobre el “día después” sintetiza la sensación dominante: la incertidumbre no solo es política, sino también emocional y estructural.

En este contexto, Argentina se encamina hacia una elección marcada por el escepticismo. Con un oficialismo debilitado y una oposición sin narrativa convincente, la gran incógnita de octubre no es quién ganará, sino cuántos ciudadanos decidirán aún creer en la política y acudir a las urnas.