20/10/2025 - Edición Nº565

Economía

Geopolítica y economía

Argentina en el tablero global de los minerales críticos: entre EE.UU. y China

20/10/2025 | Argentina emerge como pieza clave en la disputa entre China y EE.UU. por el control de los minerales críticos, insumo estratégico para la tecnología, la energía y la defensa del futuro.


por Marcelo López Álvarez


El ajedrez geopolítico global ha encontrado un nuevo campo de batalla en los minerales críticos, y Argentina, con su potencial no explotado de elementos de tierras raras (ETR), se ha convertido involuntariamente en una ficha de alto valor. En medio de la creciente tensión comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China, el control de estos insumos invisibles –esenciales para la digitalización del mundo, la transición energética y la tecnología militar de precisión– define hoy la supremacía global.

La llamada "Guerra Fría Tecnológica" se libra en torno a 17 elementos químicos, como el neodimio o el lantano, que permiten la fabricación de imanes ultrapotentes, turbinas eólicas, satélites de comunicación, drones militares y, fundamentalmente, la próxima generación de chips de inteligencia artificial (IA). Estos minerales son, en esencia, "el aceite invisible" de la maquinaria mundial electrificada y digitalizada.

El dominio incontrastable de Beijing

La alarma en Washington es profunda, pues China ha dominado esta ecuación mucho antes que sus competidores. El gigante asiático controla aproximadamente el 70% de la producción global y más del 80% de la capacidad de refinación. Además, posee el 61% del mercado de mineral crudo y más del 90% de la concentración y enriquecimiento de estos elementos.

Este dominio le otorga a Beijing una capacidad estratégica para utilizar las cadenas de suministro como arma. Una muestra reciente de este poder ocurrió cuando China impuso nuevas condiciones a la exportación, exigiendo autorización gubernamental para la venta al exterior de cinco elementos específicos: holmio, erbio, tulio, europio e iterbio. Estas restricciones, anunciadas la semana pasada, causaron una conmoción en gobiernos y empresas internacionales.

La reacción en Estados Unidos fue inmediata y drástica. La administración del expresidente Donald Trump consideró la medida como una "declaración de guerra" y amenazó con implementar un nuevo arancel del 100% a las importaciones chinas, además de considerar la cancelación de una cumbre prevista con su par chino, Xi Jinping. Analistas como Henry Farrell, politólogo de la Escuela Johns Hopkins, han señalado que Estados Unidos debe enfrentar ahora el hecho de que tiene un adversario capaz de "amenazar partes sustanciales de la economía estadounidense".

El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha sido explícito al respecto. Bessent acusó a China de manipular el mercado y reducir los precios, una práctica que, según él, afecta a los competidores extranjeros y describe la economía china como una "economía no de mercado". En respuesta, la administración Trump ha prometido una "política industrial" que incluye el establecimiento de precios mínimos en varios sectores, una intervención estatal que busca proteger a las industrias nacionales de lo que perciben como prácticas desleales.

Argentina: un tesoro geológico en disputa

Es en este contexto de alta volatilidad donde Argentina emerge como un potencial proveedor vital. Aunque los ETR se encuentran en muchas zonas del mundo, a menudo sus depósitos no son económicamente viables. Argentina, sin embargo, cuenta con un potencial geológico considerable. Estudios del Segemar indican que existen 500 toneladas identificadas con precisión y se estima que las reservas totales podrían ascender a 190.000 toneladas. De confirmarse este potencial, el país podría ubicarse entre los 15 mayores proveedores del mundo, un ranking que hoy lideran China, Vietnam, Brasil y Rusia.

El subsuelo argentino guarda importantes yacimientos, muchos de ellos explorados en la segunda mitad del siglo pasado. Entre los más destacados se encuentran:

  • Distrito Ranel, ubicado en la Puna Oriental y la Cordillera Oriental de Salta y Jujuy, donde la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) obtuvo resultados positivos en 1957.

  • Yacimiento Rodeo de los Molles en San Luis, que además de tierras raras contiene uranio, y fue explorado por la CNEA entre 1982 y 1987.

  • Área de Jasimampa en Santiago del Estero, estudiada en 2005.

  • Distrito Valle Fértil en San Juan, la única zona con registro de extracción, donde en 1952 se obtuvieron más de 1.000 kilogramos de material.

Además, se han señalado concentraciones en Córdoba, en la zona Barker de Buenos Aires, y en la mineralización de hierro de Sierra Grande en Río Negro. También se encontró una concentración media de 0.34% en la plataforma continental argentina, en el Mar de Scotia.
La cordillera argentina una de las zonas codiciadas por sus minerales
La cordillera argentina una de las zonas codiciadas por sus minerales

El dilema geopolítico de la Casa Rosada

La situación argentina se torna delicada al cruzar el potencial geológico con las necesidades financieras del actual gobierno. El control de las tierras raras se ha convertido en una de las cláusulas no escritas del rescate del Tesoro de Estados Unidos. Al solicitar apoyo financiero a Washington, la administración del presidente Milei quedó "atrapada en un juego geopolítico que está muy lejos de controlar".

El interés estadounidense es palpable. El Departamento de Estado ha catalogado a las tierras raras latinoamericanas dentro de su programa de "minerales críticos" y ha enviado delegaciones técnicas a la región. Funcionarios argentinos han reconocido, en privado, sondeos diplomáticos específicos sobre la disponibilidad de los minerales, la regulación y los eventuales corredores logísticos. Para Washington, el objetivo es claro: no repetir el error del litio, donde China se instaló firmemente en el triángulo andino mientras Estados Unidos observaba desde la tribuna.

De hecho, la presión estadounidense no es inédita; la fuente de interés es la misma que ejerció sobre Ucrania: el control del insumo básico de la nueva economía digital. En el caso argentino, el interés se traduce en dólares para estabilizar la macroeconomía, mientras que en el caso ucraniano se vinculó a la ayuda militar, obligando al país europeo a ceder acceso a sus yacimientos.

Sin embargo, China ha tomado ventaja en el acercamiento. Varias empresas asiáticas ya han participado en misiones geológicas en el Noroeste Argentino (NOA) y han ofrecido "cooperación tecnológica" para el desarrollo de plantas de separación de ETR.

La lucha de Estados Unidos por la independencia

Para contextualizar la intensidad del interés estadounidense en Argentina, es crucial observar los esfuerzos domésticos que realiza Washington para romper el monopolio chino. Bajo la administración Biden, al igual que durante la de Trump, se han impulsado inversiones multimillonarias para revitalizar la producción nacional.

El Pentágono ha invertido fuertemente en MP Materials, una empresa que busca redefinir el equilibrio global en la industria de los imanes de tierras raras. La compañía ha recibido respaldo gubernamental para expandir su capacidad en Estados Unidos, con una inversión total en infraestructura que supera los 1.000 millones de dólares. El Departamento de Defensa se ha convertido en el principal accionista de MP Materials y ha garantizado un precio mínimo de compra, asegurando así la cadena de suministro para aplicaciones críticas en defensa y tecnología.

La nueva planta en Fort Worth, Texas, busca multiplicar por diez su capacidad de producción de imanes, pasando de 1.000 a 10.000 toneladas métricas anuales. Esta iniciativa es crítica, ya que China sigue controlando el 90% del mercado mundial de imanes.

No obstante, la independencia tiene un costo elevado. El resurgimiento de la producción nacional estadounidense es difícil y caro. Expertos advierten que los imanes producidos en Estados Unidos podrían ser al menos un 50% más caros que los chinos. El dominio de China se basa no solo en la calidad de sus minas, sino en la capacidad de procesar estos minerales a bajo costo y gestionar los residuos tóxicos asociados, una ventaja que dificulta la emergencia de competidores occidentales.

Argentina en el tablero global

Argentina, de esta forma, se encuentra navegando un tablero hipersensible. Su subsuelo contiene la materia prima indispensable para el futuro tecnológico y militar de las potencias. Mientras Estados Unidos ofrece una alianza financiera condicionada a la alineación geopolítica, China presenta una cooperación tecnológica directa. La decisión no es simple y tiene miles de consecuencias.