por Redacción Mendoza Económico
La actividad económica argentina registró un moderado repunte en agosto de 2025, interrumpiendo una racha de tres meses consecutivos de contracción. Sin embargo, el leve crecimiento refleja más una foto del modelo financiero del Gobierno que una recuperación sostenida de la economía real.
De acuerdo con el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) publicado por el Indec, el Producto Bruto Interno (PBI) creció 2,4% interanual, mientras que en términos desestacionalizados el incremento respecto de julio fue de apenas 0,3%.
El análisis de los datos revela una estructura económica de dos velocidades, donde el dinamismo proviene de sectores financieros, mientras los rubros productivos continúan en terreno negativo.
El crecimiento de agosto se explica casi exclusivamente por sectores de bajo impacto en el empleo productivo. El principal impulsor fue la intermediación financiera, que exhibió un salto interanual del 26,5%, reflejando la política de “carry trade” y la bicicleta financiera que domina el modelo económico actual.
Junto a la intermediación financiera, los impuestos netos de subsidios también tuvieron una incidencia clave. Entre ambos explicaron la totalidad de la variación positiva del EMAE. Las actividades con mayor aporte al crecimiento fueron precisamente la intermediación financiera (entre 0,9 y 1,5 puntos) y la minería, con un avance del 9,3% interanual y una incidencia de 0,37 puntos.

La actividad económica crece levemente por la bicicleta financiera y minería
En cambio, los sectores más vinculados con la economía real y el empleo continuaron en declive. La industria manufacturera cayó 5,1% interanual, aportando la mayor incidencia negativa (-0,84 puntos). El comercio mayorista, minorista y de reparaciones retrocedió 1,7%, restando 0,22 puntos al indicador general.
A pesar del repunte de agosto, el riesgo de una recesión técnica sigue presente. El segundo trimestre de 2025 ya mostró una caída desestacionalizada del 0,1%, y las proyecciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central anticipan una nueva contracción del 0,6% para el tercer trimestre.
De cumplirse ese escenario, Argentina entraría oficialmente en recesión. Esta tendencia está respaldada por el Índice Líder del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que estimó en 98,01% la probabilidad de ingresar en recesión en septiembre.
La actividad ya se encuentra 1,1% por debajo del pico de febrero de 2025, y los primeros datos de septiembre confirman el enfriamiento: la industria cayó 3% mensual desestacionalizado, según el Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL.
De acuerdo con los analistas, una eventual mejora en el último trimestre —proyectada en apenas 0,5%— dependerá del resultado electoral y de la posibilidad de un salto devaluatorio posterior. Por lo pronto, el crecimiento interanual de agosto (2,4%) y el acumulado del año (5,2%) son los más bajos de 2025.