06/11/2025 - Edición Nº582

Política

Estados Unidos

Nueva era: ¿El triunfo de Mamdani en Nueva York anuncia el declive de la derecha global?

06/11/2025 | La derrota de Trump en Nueva York ante Zohran Mamdani, el primer alcalde musulmán, marca un giro hacia un progresismo novedoso. La popularidad de Trump y el avance demócrata en EE. UU.



La noche electoral del martes dejó una postal de alto impacto político y simbólico: Donald Trump perdió Nueva York, la ciudad donde forjó su marca y su narrativa de éxito, frente a Zohran Mamdani, quien se convirtió en el primer alcalde musulmán en la historia de la ciudad, el más joven y el primer inmigrante en décadas en alcanzar el City Hall. Con más del 50% de los votos, su triunfo reconfigura el mapa de poder en la capital financiera del mundo y proyecta a una figura de izquierda en el corazón del establishment estadounidense. En el umbral de la segunda presidencia de Trump, la pregunta se impone: ¿comienza una nueva etapa en la que el avance global de la derecha cede terreno?

Un clima nacional adverso para la Casa Blanca

El revés neoyorquino se insertó en un clima nacional adverso para el presidente. Su popularidad acumula semanas de caída y ha tocado un nuevo piso. El promedio de RealClearPolitics lo sitúa con 43,4% de aprobación y 54,4% de desaprobación, la brecha más amplia desde su retorno a la Casa Blanca. Una encuesta de CNN/SSRS difundida el lunes, aún más severa, registra 37% de aprobación y 63% de rechazo, niveles comparables a los peores momentos de su primer mandato. La sensación de rumbo errado crece: 68% de los estadounidenses considera que el país marcha “bastante o muy mal”.

Zohran Mamdani, el electo alcalde de Nueva York
Zohran Mamdani, el electo alcalde de Nueva York

La “noche azul” en los estados clave

Las elecciones de año impar —sin presidencia ni Congreso en juego— funcionaron como termómetro político. En Virginia, Abigail Spanberger hizo historia al convertirse en la primera mujer gobernadora con una victoria clara sobre Jason Miyares; en Nueva Jersey, Mikie Sherrill sucedió al demócrata Phil Murphy con holgura; en Pensilvania se consolidó la mayoría liberal en la Corte Suprema estatal; y en California avanzaron reformas de redistribución distrital. Fue, en suma, una noche azul de señales consistentes.

El programa de Mamdani: una agenda de ruptura

El epicentro simbólico, sin embargo, estuvo en Nueva York. Nacido en Kampala en 1991, hijo de padres indios, Mamdani llegó a la ciudad a los siete años y se formó en el activismo por la vivienda y el transporte. Electo asambleísta por Queens en 2021, tejió una base progresista que hoy lo catapulta al gobierno municipal. Su programa rompe con los moldes del establishment local: transporte público gratuito, congelamiento de alquileres, aumento de impuestos a los millonarios, supermercados públicos administrados por la ciudad y cuidado infantil gratuito para menores de cinco años. En campaña fue blanco directo de Trump, que lo tildó de “comunista” y, en un movimiento inusual, respaldó al demócrata moderado Andrew Cuomo como dique de contención. Incluso amenazó con retirar fondos federales si Mamdani triunfaba.
 

Un mandato político leído desde el resultado

La respuesta llegó en el discurso de victoria: “Donald Trump, sé que estás mirando. Tengo cuatro palabras para vos: Sube el volumen”. La contundencia del resultado se leyó como un mandato. En la cuna del capitalismo global, una mayoría eligió a un dirigente dispuesto a ubicar la desigualdad urbana en el centro de la agenda. Por fuera de los circuitos tradicionales, con arraigo en redes comunitarias, comunicación en español, defensa de los inmigrantes y una posición explícita sobre Palestina en la ciudad con mayor población judía del mundo, Mamdani encarna una izquierda municipal con ambición de gestión concreta: supermercados públicos, alquileres congelados en barrios trabajadores, transporte gratuito y guarderías comunales para madres trabajadoras. Una agenda tan distante de la de Trump como Neptuno de la Tierra.

El dilema demócrata de cara a 2026

El mensaje trasciende Nueva York y tensiona al Partido Demócrata de cara a 2026: ¿apostar por una moderación pragmática o profundizar un viraje progresista y confrontativo que, al menos en las grandes urbes, demuestra capacidad de movilización y de victoria? No es un debate menor. La economía y el costo de vida son la principal preocupación para el 47% de los consultados; el 26% menciona el estado de la democracia. Solo el 27% cree que las políticas federales han mejorado la economía, mientras 61% opina lo contrario. En el frente externo, apenas 32% juzga que la posición global de Estados Unidos mejoró, frente a un 56% que la considera dañada. Seis de cada diez creen que el presidente se ha extralimitado en sus poderes.

Efectos regionales y horizonte electoral

Con las legislativas en el horizonte, 41% declara que votaría para expresar oposición a Trump, frente a 21% que lo haría en apoyo. Si Nueva York fue el escenario, la noche azul sugiere un veredicto preliminar: el péndulo político se mueve y coloca a las ciudades —y a sus nuevas voces— en el centro de la política estadounidense. Para la Argentina, la deriva no es neutral. Si el patrón de derrotas se consolida hacia el 3 de noviembre de 2026, cuando se renovarán las 435 bancas de la Cámara de Representantes, 35 escaños del Senado y 39 gobernaciones y territorios, el reacomodamiento del poder en Washington tendrá efectos sobre comercio, financiamiento y clima inversor regional. Entre la erosión de la imagen presidencial y el ímpetu progresista urbano, el tablero se recalibra. El interrogante queda abierto: ¿podrá Trump revertir la tendencia en los próximos doce meses o asistimos al inicio de una nueva era política gestada, otra vez, desde Nueva York?