14/11/2025 - Edición Nº590

Economía

Argentina Mining

El renacer minero de Mendoza: política, inversión y oportunidades después de 2025

31/10/2025 | La minería en Mendoza vive un cambio histórico tras las elecciones 2025. Con amplio respaldo político y social, la provincia impulsa proyectos estratégicos y se posiciona en el nuevo escenario minero argentino.



La segunda jornada de la Argentina Mining dejó en evidencia una nueva etapa para el sector: el respaldo político y social a la minería en Mendoza y la consolidación de una agenda de desarrollo que combina decisiones firmes, expectativas crecientes y desafíos de gestión.

Un punto de inflexión político y social

En el stand de la empresa de servicios mineros HASU, se desarrolló una charla que reunió al director de Minería de Mendoza, Jerónimo Shantal, y al consultor de Poliarquía, Ernesto Cussianovich, bajo la coordinación del periodista Sebastián Penelli.
El eje del debate giró en torno a la minería después de las elecciones 2025, un tema que, por primera vez en mucho tiempo, se abordó desde una perspectiva de oportunidad y no de conflicto.

Los resultados electorales en Mendoza reflejaron un respaldo abrumador a la actividad minera, con más del 88% de los votantes apoyando a fuerzas políticas que promueven su desarrollo. El dato no es menor: luego de diecisiete años de estancamiento, el tema vuelve al centro del debate provincial.
La minería dejó de ser un tabú”, sintetizó Shantal, al destacar que los partidos y candidatos abiertamente antimineros no obtuvieron representación en el Congreso ni en la Legislatura. Uno de los ejemplos más significativos fue el del ex intendente de San Carlos, Jorge Difonso, figura emblemática del antiminerismo, que terminó sexto en su propio departamento pese a una costosa campaña.

El mensaje político fue contundente: la sociedad mendocina avala el desarrollo minero como parte de un modelo de crecimiento económico más amplio. “Este desenlace confirma que la actividad está alineada con el gobierno nacional y con los municipios donde la minería tiene anclaje natural, como Malargüe y Las Heras”, subrayó Shantal.

La decisión política como motor del cambio

Por su parte, Ernesto Cussianovich, integrante de Poliarquía, destacó que el nuevo impulso minero se asienta sobre una condición indispensable: decisiones políticas firmes. A diferencia de otras actividades productivas —como la agroindustria o los hidrocarburos—, la minería requiere de voluntad estatal explícita para prosperar.
“En Mendoza esas decisiones se han tomado y están en marcha”, afirmó.

El debate en el stand de HASU, servicios mineros, se centro en la incidencia de los resultados electorales en la Industria
El debate en el stand de HASU, servicios mineros, se centro en la incidencia de los resultados electorales en la Industria

El contexto nacional también acompaña. Según los estudios de opinión de Poliarquía, entre el 60% y el 65% de los argentinos manifiestan hoy una imagen positiva de la minería, un cambio radical respecto de la percepción negativa que dominaba hace apenas dos años.
La causa de esta mutación es múltiple: una mayor conciencia sobre el rol de los minerales críticos en la transición energética, la necesidad de diversificar exportaciones y la comprensión de que la minería moderna opera con estándares ambientales y tecnológicos más rigurosos.

Superar la historia de frustraciones

Mendoza, sin embargo, no parte de cero. Cussianovich recordó que la provincia ha atravesado dos grandes frustraciones en materia minera. La primera fue el intento de reforma de 2019, cuando la modificación de la Ley 7722 —que restringe el uso de sustancias químicas en la minería— fue aprobada y derogada en apenas 48 horas. La segunda decepción fue el abandono del proyecto Potasio Río Colorado, impulsado por la brasileña Vale, que generó un vacío económico y social difícil de revertir.

Aun así, el presente muestra señales de madurez. “Más de la mitad de los mendocinos ya se pronuncian a favor del desarrollo minero”, subrayó el consultor, y atribuyó este cambio a la combinación entre voluntad política, pragmatismo económico y un contexto global favorable.
El desafío, añadió, será gestionar las expectativas: “Después de tantos anuncios, la sociedad querrá saber cuándo llegarán los resultados tangibles”.

La gestión de expectativas, nuevo desafío del sector

La euforia por la “vuelta de la minería” convive con la necesidad de ordenar los tiempos del desarrollo. Cussianovich apeló a una metáfora doméstica: “Como los niños durante un viaje, la gente comenzará a preguntar ‘¿cuánto falta?’ o ‘¿ya llegamos?’”.
Por eso, el gobierno provincial deberá establecer una comunicación clara sobre los plazos, evitando generar falsas expectativas o apresurar procesos que exigen planificación y estudios rigurosos.

En este punto, Mendoza enfrenta el reto de conciliar la ansiedad económica con la sostenibilidad institucional. Los funcionarios y empresarios coinciden en que no habrá una explosión inmediata de inversiones, sino un proceso progresivo de maduración, que dependerá de factores macroeconómicos, regulatorios y geopolíticos.

Daniel Bosque: la mirada del periodismo especializado

Entre los asistentes a Argentina Mining estuvo Daniel Bosque, reconocido periodista y analista del sector, considerado el decano del periodismo minero argentino. Su trayectoria se remonta a comienzos del siglo, cuando una noticia sobre el inicio de Veladero lo llevó a fundar la primera página de minería en el Diario de Cuyo, de San Juan.
Desde entonces, ha sido testigo de un cuarto de siglo de avances y retrocesos. “La minería y el periodismo cambiaron radicalmente, como el mundo mismo”, reflexionó en diálogo con Mendoza Economico. “Hoy todo está interconectado; basta mirar cómo hasta el crimen organizado usa drones en Río de Janeiro. La información global obliga a un aprendizaje permanente.”
Daniel Bosque, el más experimentado de los periodistas mineros de Argentina
Daniel Bosque, el más experimentado de los periodistas mineros de Argentina (foto gentileza Cristian Lozano/Sitio Andino)

Bosque ve en la nueva voluntad mendocina un fenómeno político de alta significación. “Mendoza se sube al carro de la minería, pero lo hace desde otra era geológica del desarrollo minero mundial”, advirtió. Según su análisis, el impulso actual está motorizado por una decisión política nítida, con dirigentes que envían señales concretas a las compañías internacionales: “Miren, acá hay Malargüe uno, Malargüe dos, Malargüe tres”.

Incluso deslizó la posibilidad de que, en un futuro cercano, la Ley 7722 pueda ser revisada para compatibilizar control ambiental con desarrollo económico. La clave, dijo, será hacerlo “sin triunfalismos” y con una estrategia gradual y realista.

Transición energética y legitimidad global

Bosque sostiene que la minería hoy cuenta con un discurso legitimado por la transición energética, la electromovilidad y la narrativa de la sustentabilidad planetaria.
“La minería se ha vuelto necesaria para salvar al planeta”, ironizó, aunque advirtió que la discusión sobre los combustibles fósiles sigue abierta. En su visión, Mendoza intenta proyectarse como una provincia moderna y diversificada, con vinos de calidad, petróleo, turismo y minería, un modelo comparable al australiano.

Pero el periodista también llama a la prudencia: la industria internacional observa con cautela, consciente de que el camino será largo. “De cien proyectos mineros, solo uno llega a ser una mina rentable”, recordó. Si Mendoza ya tiene un centenar de iniciativas en carpeta, la verdadera medida del éxito se verá en uno o dos años, cuando puedan contabilizarse los metros perforados, los análisis de laboratorio y el consumo de combustible.

Entre la oportunidad y la responsabilidad

Para Bosque, la provincia vive un momento inédito, pero no exento de riesgos. El entusiasmo político debe equilibrarse con una planificación territorial de largo plazo.
“No se trata de crear una ficción de lo fácil o lo mágico”, advirtió, “sino de sustentar las cosas sobre posibilidades reales”. En ese sentido, el periodista considera que el Proyecto San Jorge (PSJ), recientemente relanzado con capitales mixtos, se perfila como la gran vidriera de Mendoza.
“Si el PSJ sabe hacer las cosas bien, será un escaparate ejemplar. Si no, puede transformarse en una mala comida”, graficó. La puesta en marcha del primer gran proyecto exigirá una gestión hábil de las tensiones y expectativas, en un contexto político donde los mandatos son breves y la falta de reelección “invita a la desesperación”.

Infraestructura, inversiones y diseño territorial

Bosque advierte que alcanzar la meta de convertir a Mendoza en exportadora de miles de millones de dólares en minerales requerirá inversiones colosales en infraestructura y caminos.
“Si llega un tsunami de proyectos, la sustentabilidad se pierde”, alertó. En su experiencia sanjuanina, los cinco proyectos de cobre en carpeta muestran que liberar simultáneamente demasiadas energías genera cuellos de botella logísticos. “La red vial está hecha polvo y surge el dilema de quién paga por las mejoras, cómo y cuándo”, ejemplificó.

Más allá de las obras, el comunicador remarca que los dirigentes deben diseñar el territorio, no solo abrirlo a la inversión. La minería, explicó, debe integrarse al tejido productivo y social de manera ordenada, evitando repetir errores del pasado.

Perspectiva internacional y madurez social

Pese a las marchas y contramarchas, Bosque considera que la minería internacional observa a la Argentina como una frontera virgen con una docena de proyectos viables.
En el caso mendocino, la percepción es positiva: “Mendoza es vista como una sorpresa agradable, una sociedad capitalista y no sinuosa”, comentó.
El consenso antiminero, aunque no desapareció, se ha reducido a “un puñadito”, lo que sugiere una mayor madurez social y política.

El verdadero punto de inflexión, concluyó Bosque, llegará cuando comiencen a llegar geólogos, ingenieros y perforadoras, no solo consultores o financistas. “Ese será el signo de un interés genuino”, sostuvo.
Hasta entonces, la provincia deberá consolidar una narrativa coherente que combine responsabilidad ambiental, previsibilidad jurídica e inclusión territorial.

El desafío recién comienza. La legitimidad social y la coherencia política deberán traducirse en proyectos concretos, inversión sostenida y resultados medibles. Como recordó Daniel Bosque, “la minería no se improvisa”. y remarca que el destino minero de Mendoza dependerá, más que nunca, de su capacidad para diseñar su propio territorio.